A una semana de las elecciones de México, el Gobierno de Felipe Calderón sufrió un revés en su criticada ofensiva antidrogas, al tener que reconocer que se equivocó al presentar con revuelo a un joven detenido como hijo del poderoso capo Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La fiscalía mexicana admitió la noche del viernes en un comunicado que “tras realizarse las pruebas necesarias” se determinó que se trata de Félix Beltrán León, de 23 años, y no de Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo del jefe del cartel de Sinaloa, el narcotraficante más buscado por México y Estados Unidos.
Con chaleco antibalas y custodiado por militares encapuchados, fue presentado el jueves a la prensa en Ciudad de México, junto a otro joven con quien fue arrestado, identificado por la fiscalía como Kevin Beltrán Ríos, de 19 años, al ser trasladados en un avión de la Marina desde Jalisco (oeste), donde ocurrió la captura.
El error no pasó por alto en un país hastiado por la violencia del narcotráfico y donde el 1 de julio tendrán lugar unas elecciones -sin segunda ronda-, decididas, según las encuestas, en favor del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el poder 71 años hasta ser derrotado en 2000 por el gobernante Partido Acción Nacional (PAN).
“Es una buena evidencia de que hay acciones con clara tonalidad electoral. Esta aprehensión fallida es la cereza de un pastel echado a perder”, comentó a la AFP Nicolás Lazo, experto en violencia de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.
Enrique Peña Nieto, candidato del PRI, marcha con cómoda ventaja de unos 15 puntos sobre el candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador, y a unos 20 de Josefina Vázquez Mota, postulada por el PAN, que dice ser “diferente” pero carga con el fardo de la violencia desatada durante el gobierno de Calderón.
Raúl Benítez, especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en relaciones de seguridad entre México y Estados Unidos, afirmó que el gobierno mexicano “por tener una buena nota en el contexto electoral pecó de impaciencia política ante las abrumadoras críticas contra la política antidrogas”.
Apenas llegó al poder, Calderón lanzó una ofensiva militar antidrogas, que deja desde 2006 unos 55.000 muertos. Pero críticos le señalan que el poderío económico de los narcos está casi intacto.
Peña Nieto ha señalado que “El Chapo”, de 55 años, se fugó de la cárcel en 2001 y se convirtió en una de las personas más ricas del mundo durante los dos gobiernos del PAN.
En un acto político, en el norte del país, Vásquez Mota llegó incluso a celebrar la detención del supuesto hijo del capo.
La captura dio paso incluso a análisis sobre la posibilidad de que ahora sí se estaría cercando al “Chapo”, luego de que a inicios de este año surgieran versiones de que estuvo a punto de ser apresado en el oeste del país.
La Marina dijo el jueves que el detenido coordinaba el envío de drogas del cartel de Sinaloa a Estados Unidos, pero dos mujeres que dijeron ser madre y esposa de Beltrán León, y su abogada, denunciaron el viernes el “error” de identidad, negaron cualquier relación con “El Chapo” y señalaron al joven como un “vendedor de autos”.
“Este error aumenta las críticas a la ‘no’ estrategia antidrogas de Calderón, porque lo que ha usado es apenas la táctica de confrontación, y muestra la falta de coordinación en los trabajos de inteligencia entre México y Estados Unidos”, dijo a la AFP el experto en violencia de la UNAM, Jorge Oliva.
Tras la captura, la DEA elogió el jueves al Gobierno de Calderón, pero un día después una fuente de esa agencia antidrogas estadounidense dijo a la AFP que el capturado realmente es un lugarteniente del hijo de “El Chapo”.
Las autoridades mexicanas dijeron que los dos hombres fueron detenidos con 156.000 dólares, dos armas largas, dos cortas y cuatro granadas, por lo que seguirán detenidos.
“Echan por tierra ‘duro golpe’ al narcotráfico: no cayó hijo del Chapo”, “Y no es el hijo”, titularon con ironía los principales diarios mexicanos.
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